Cuando despertó
Adán sintió, por primera vez,
que algo faltaba en él.
No era una simple costilla
(el Creador es buen cirujano)
sino algo más profundo
Y partió a la búsqueda
sin saber exactamente
cuál era su objetivo
Cuando la vio, lo supo.
¡Vaya que lo supo!
Su cuerpo lo traicionó
Se sintió anulado
Perdió su voluntad
¡Todo él se resumía en un solo punto!
Y allí estaba
todo el universo,
¡en un sólo punto!
extrañamente rosado
intensamente dulce
maravillosamente suave
afortunadamente
penetrable.
1 comentario:
Y de allí en adelante todo fue una espiral descendente que nos llevo a una vorágine de perdición, pecado y prohibición... Por ende... Fascinantemente deliciosa!!!
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