Hay dos aliadas
que recorren
como ninfas
a veces, mi cuerpo
.
.
a veces con uñas
-siempre amorosamente-
a veces tu cuerpo
.
.
y cuando yo no estoy
ellas
son infalibles.
La humedad
te invade
desde afuera
.
.
y regalas
la visión más bella
humedeciéndome
.
.
Como en una cascada
el agua
corre
desde arriba
.
.
Y se humedece
la fuente
del deseo
.
.
en la que me mojo
generosamente.