


Pero es que Katarina logró el oro en todos los torneos que compitió entre 1983 y 1988; años en que acumuló 18 oros, incluyendo las dos olímpicas. La única mácula en esos brillantes seis años es, léase bien, la medalla de plata en el Campeonato Mundial de 1986. ¡Qué envidiable caída!




Katarina regresó cuando nadie lo esperaba, a los Juegos Olímpicos, en Lillehammer '94, obteniendo el sexto lugar.